Lo que va de 2024, una auténtica revolución: epilepsia, aprendizaje, priorización

Ya hemos pasado la mitad del año 2024, un año para el que yo tenía vertidas muchísimas ganas de profundizar y avanzar en muchos aspectos. Lo vaticinaba en los primeros 20 días de 2024. La vida me tenía aguardada unas cuantas sorpresas.

Lo que comenzó como unos ataques de epilepsia pequeños, con micro ausencias, pasaron a ser convulsivos, con pérdida completa de consciencia. Esto me llevó a reducir mi carga laboral para poder centrarme en lo importante: avanzar con los médicos para hacer pruebas, tanto en la sanidad pública como en la privada. Estamos a finales de febrero y, en el camino, me mudé a la casa que llevaba esperando 5 años. Fiu!

Mi forma de ser, tan activa, tan aplicada a ejecutar cosas, a dedicar horas y horas a avanzar con mis proyectos (Mentiness, Startup Galicia y pequeñas cosas relacionadas con todo lo anterior) me llevó a forzar la máquina y a sufrir un ataque muy fuerte estando con mi propia neuropsicóloga. El cuerpo envió su señal: era momento de parar, estamos a 1 de abril.

Ese fue el momento de catarsis, de decidir que ya era el momento de hacerle caso al cuerpo y parar máquinas:

  • Fue el momento de pedir una baja laboral, la primera en mi vida. Primero te sientes culpable, te cuesta no lanzarte a hacer cosas sin pensarlo. Con el tiempo, sientes que parar no sólo es razonable sino que deberías haberlo hecho antes.
  • Fue el momento de priorizar el descansar, el estar tranquilo, el no excitarme demasiado, reducir el café, controlar las rutinas del sueño. Poner todo patas arriba.
  • Fue el momento de comenzar, a partir de la que ya tenía de base, un baile de medicación con la que sufrir diversos efectos secundarios: fallos de memoria, dificultad de concentración, sueños excesivamente intensos, baja batería social, etc. Aceptarlos, saber cuándo era demasiado y cuándo tocaba apechugar con ellos.
  • Fue el momento de llevar al extremo la auto-medición de uno mismo: tengo un documento diario con informes, sensaciones, citas de neurología, citas con mi neuropsicóloga, etc donde trato de tener el big data e incluir cualquier posible síntoma que pueda darme información.

Todo esto es la parte del proceso más relacionado con la enfermedad, pero este cambio tan significativo en mi vida me llevó a recolocar y aprender muchísimas cosas que me servirán para siempre y que, quizá, puedan inspirar alguien más.

  • Desde el minuto uno en el que priorizas tu salud te das cuenta de que algo no estaba bien cuando antes no lo hacías. Ahora el ejercicio regular, el comer más sano, el descansar (peleando con las rutinas, añadiendo siestas o simplemente pausas de relajación), el pasear meditando, etc son parte de vida de absolutamente todos los días.
  • Todo ese tiempo que ganas permite que surjan muchas reflexiones y comiences a reparar en cosas que antes no hacías: en cosas que NO quieres volver a tener en tu vida (especialmente en lo laboral, pero también en lo personal, en las relaciones, etc), en las cosas que te gustaría retomar o comenzar cuando estés bien, en cosas que te aportan y que no te aportan las personas que te rodean, etc
  • Tus menores capacidades, por culpa de la combinación de enfermedad y medicación, te lleva a que cosas naturales para ti sean auténticas retos. No superarlos te da mucha información, pasos que dar, información para los médicos, etc. Superarlos te da una energía enorme y te lleva a intentar forzar un poco más la máquina. En definitiva, estirar la cuerda y detectar los nuevos límites.
  • Te ves en la necesidad de batallar contigo mismo ante ciertas cuestiones: «Eh, Óscar, los proyectos donde estabas aportando han volado sin ti, te sientes bien y a la vez mal» o «Óscar, ¿cómo podías meter absolutamente tantas cosas y tanto cambio de foco sin volverte loco?» Apoyarte en un profesional de la salud mental es la auténtica clave y eso es lo que hice yo.

Y todo esto nos lleva al quid de la cuestión, a los tres puntos que quiero dejar como los más importantes de este mensaje:

  1. Mientras yo estaba fuera de circulación, Mentiness no sólo se ha mantenido sino que ha crecido. En equipo, en estructura pero, sobre todo, en clientes. Tuvieron que surcar una ola más alta pero el barco era – y es – sólido. Estoy contento y orgulloso, lo que viene a continuación seguirá siendo crecimiento. Desde aquí, un profundo agradecimiento a Javier, a Rebeca, al equipazo y a todos los advisors que echan una mano. En otro orden, mi pequeña labor al frente de Startup Galicia terminó con muchas cosas hechas, muchas que no se pudieron hacer, y la inestimable ayuda de Carmen Pumariño para continuar esta bonita labor. Doblemente orgulloso.
  2. Mis próximos meses son de seguir con médicos, de estabilizar la medicación y tratar de retomar cierta actividad laboral de forma paulatina, a medida que mis limitaciones vayan desapareciendo. Hacia dónde? Con todo lo aprendido he hecho un «saco» de proyectos e ideas donde me gustaría estar y he empezado a situarlas en los famosos tres círculos: cosas que me gusta hacer, cosas que sé hacer bien y cosas por las que se me va a pagar. Aún no es el momento de decidir, hay muchas variables que no dependen de mí, pero sí tengo claro con quién quiero trabajar y en qué labores.
  3. Esta publicación no pretendía enseñarme como una víctima, porque no lo soy, sino contaros que estoy batallando para mejorar y enviar un abrazo enorme a todas las personas que han pasado, a las que están pasando por algo así y a las que me han regalado una palabra o un cariño para seguir avanzando. La vida te pone retos grandes, una experiencia de aprendizaje forzada y angustiosa pero muy didáctica. Enseñanzas para la vida.

Aquí estoy, para seguir peleando y, si te apetece, para charlar sobre retos, proyectos para cambiar las cosas, comunidades, etc

Óscar de Miguel

Comentarios

Una respuesta a «Lo que va de 2024, una auténtica revolución: epilepsia, aprendizaje, priorización»

  1. […] llevó a estar de baja y a comenzar un proceso de auto-conocimiento y adaptación muy contundente (aquí cuento mi mitad de 2024). Viéndolo con perspectiva, sólo era una pequeña parte de lo que iba a aprender en todo lo que […]

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